lunes, 12 de octubre de 2009

El Derroche De Trece Millones

Aproximación a la pista 05 de Valladolid, con todas
las luces encendidas en el aeropuerto.
(Foto de Rafael Álvarez Cacho)
En marzo de 2007, se anunció a bombo y platillo que el aeropuerto de Valladolid contaba con ILS II/IIIA, que impediría cientos de desvios, alegraría la vida de los usuarios, al llegar a su aeropuerto, y cientos de cosas más, para que las autoridades pudiesen congratularse de algo que hacía falta desde hacía años y llegaba ya con un importante retraso.
Además, el coste del proyecto fue de cerca de trece millones, una cifra que da idea de la importancia del sistema para el aeropuerto; y que fue visto como un despilfarro por muchos de los vecinos, al no verle un uso razonable a este sistema; y creer que era mejor repartir ese dinero entre los otros aeropuertos de Castilla y León (cuestión que a la postre, se ha visto cumplida).
Sin embargo, todos los años, el sistema ILS Cat. II/IIIA, se ve relegado de marzo a noviembre a cat. I; y cada año por cuestiones más variopintas y extravagantes:
En 2007, la razón fue que se ponía en dicha operativa, con el fin de ahorrar energía eléctrica. Lo que no se dijo a fin de año es que ese ahorro, propició de marzo a noviembre cerca de cuarenta desvios y cancelaciones; pudiendo propiciar que más de 2000 personas acabasen en Madrid, Santander o Bilbao, teniendo que tomar otro medio de transporte alternativo, para llegar hasta Valladolid.
En 2008, la razón, fue que era decisión de la base aérea poner una u otra categoría. Es decir, cincuenta personas al otro lado del aeropuerto son más importantes que las cerca de 1250 personas diarias de media que cogen un avión en el aeropuerto. Y por supuesto, de ser esto cierto, cincuenta personas, obligaron a cerca de 10000 pasajeros a no arribar a Valladolid como destino final.
Pero sin duda, una de las mejores excusas, ha llegado este año desde la delegación de gobierno sita en Valladolid; que aseguran que el ILS se encuentra en cat. I debido a un fallo en un transformador eléctrico. Un fallo que casualmente se ha producido en marzo, y, también casualmente se ha prolongado, de momento, hasta noviembre de este año. Pero para que se hagan una idea, pongamoslo en un ejemplo exagerado: Imaginemos que en Madrid se caiga un transformador (podemos recordar que ha ocurrido este año y el fallo duró menos de dos horas), y que de marzo a noviembre haya 30 dias de niebla. Es decir, en Madrid, habría, gracias a un "fallo de transformador eléctrico", que se prolonga ocho meses, más de cuatro millones de pasajeros desplazados o con vuelos cancelados.
Pero bueno, habrá que dar gracias que sólo sean unos 300 pasajeros los afectados en Valladolid. O también se podría tener en cuenta que es tanto o más importante un pasajero de Madrid que uno de Valladolid, y que provoca tantos o más problemas un desvio en Valladolid como en Madrid.
Es una situación que como decimos, se produce desde su instalación, año tras año; y que parece querer dar la razón a los vecinos de que en ellos se pueden producir despilfarros mayores como construir torres-rascacielo (30 m de torre en Burgos), Nuevas terminales imposibles (9000 m² por "sólo" 20 millones en León), ... todo ello hasta que alguien diga basta y de un punto de cordura a la situación aeronáutica en esta comunidad, donde todo cuanto importa es ahorrar, militarizar o estar sin electricidad en el aeropuerto para que haya cuartos para que los otros tres aeropuertos, puedan crear un Barajas II, III o XL; en lugar de darse cuenta de que un vuelo desviado en Valladolid son una media de 115 pasajeros por vuelo, mientras que en los otros tres no pasan de los cincuenta pasajeros.

Weather Sticker