Vueling parece estar despegando con fuerza en Valladolid.
(Foto de Rafael Álvarez Cacho)
Las cifras de pasajeros y operaciones en 2014 mantienen su
senda descendente, que además se ha incrementado durante el mes de noviembre, conforme
a lo que adelantábamos el mes pasado, pese a ello las cifras seguirán mostrando
cifras muy negativas fruto del ejercicio de presión a las administraciones que
tiene lugar durante los últimos años por parte de algunas aerolíneas. Esta
situación de descenso hace pensar que se pueda terminar el año ligeramente por
debajo de los 225.000 pasajeros. Pero al igual que en el mes precedente, sigue
habiendo motivos para la esperanza que hacen pensar vuelos. En este aspecto
conviene resaltar la labor de Vueling que mes tras mes acumula más pasajeros
que un año antes.
A pesar de todo en primer lugar se debe hacer un breve repaso
al estado del aeropuerto en noviembre aunque este sea en líneas generales. El
mes pasado ha terminado con una cifra de 12919 pasajeros lo que ha supuesto un
descenso de casi 3000 pasajeros con respecto al dato obtenido 12 meses antes.
Por su parte, las operaciones han sufrido un retroceso moderado cifrado en 87
movimientos menos. Así pues, vemos como el aeropuerto ha logrado mantener cifras
mejores de lo esperadas pese a las constantes reducciones de frecuencias y
rutas a las que lleva sometido desde hace meses el aeropuerto por cuenta de
Ryanair.
Al igual que el mes pasado, empezaremos por estudiar el
comportamiento de Air Nostrum, que se ha mantenido prácticamente sin cambios de
pasajeros (ha tenido 82 pasajeros menos), pero debido al hecho de haber tenido
el mismo número de operaciones (40), esto se ha traducido en un ligero descenso
de ocupaciones, y ahora que empieza a mantener unos horarios más estables, intentando
en la medida de lo posible que no se solapen con los vuelos de Ryanair o
Vueling, ahora debe plantearse aprovechar la desidia de la primera para
quitarle parte del pastel aprovechando a tomar el mercado que ha dejado escapar
en su pulso con la administración. Pese a todo lo anterior, los CRJ200 de la
compañía valenciana han mantenido unas ocupaciones excepcionales durante este
mes, en su operación exclusiva en la ruta de Barcelona, que demuestra que aún
con horarios tan malos para el viajero ejecutivo, que es el que siempre ha
caracterizado a los vuelos de Air Nostrum, la ruta tiene una enorme demanda que
no se está cubriendo a causa de una oferta limitada en horarios y plazas (a
mayores aviones, menos coste por asiento y más pasajeros por vuelo).
Antes de continuar con otra aerolínea, vamos a centrarnos en
la única ruta regular desde: Barcelona, donde Air Nostrum, junto a Ryanair y
Vueling, han conseguido que las ocupaciones mejoren un mes más, con un ascenso
superior al 11%, un aumento superior a los 10’7 pasajeros por vuelo en este
destino, y todo ello pese a la agresiva reducción de vuelos por parte de
Ryanair en una nueva vuelta de tuerca de esta a las administraciones públicas.
Finalmente hay que ver el aumento de ocupaciones como un gran logro ya que el
crecimiento de pasajeros por operación ha sido muy superior al descenso de asientos
por vuelo que se cifra en un 3’8%. Pero ahondando más en el vuelo, vemos que
pese a perder más de 20 operaciones, se ha experimentado un descenso de
pasajeros en la ruta ligeramente por encima de 1000, es decir, pese a que la oferta
de vuelos a la ciudad condal se ha vuelto a restringir una vez más, sigue el
aumento de la demanda en la ruta lo que debería conducir a que a corto plazo
alguna de las aerolíneas decidiese apostar más fuerte por Valladolid y llevarse
el gato al agua permitiendo el traslado de más pasajeros en Valladolid. En
cuanto a las ocupaciones por aeronave, se observa una media de asientos por
operación de 142,35, lo cual implica que tras obtenerse una media de 106,01
pasajeros por vuelo, el porcentaje de ocupación se haya disparado hasta el 74’45%.
Así pues, queda claro que el problema de las estadísticas
del aeropuerto y sus descensos no está relacionada con las rutas actuales, si
no que tiene que ver con las rutas que han desaparecido de un año a esta parte,
siendo la principal desaparecida en noviembre la de Lanzarote. Otro punto
negativo en este mes se ha debido a que los vuelos del club de los 60 se han
terminado más pronto que el año anterior con casi 1000 pasajeros en noviembre
por los 2500 de un año antes. Debido al escaso número de pasajeros de estos
vuelos no serán estudiados en esta ocasión.
Pero aún quedan dos compañías que han operado en Valladolid durante
el mes de noviembre, que son Ryanair y Vueling cada cual siendo el opuesto de la
otra.
En el caso de la aerolínea irlandesa, ha cumplido su palabra
certificando un nuevo descenso de operaciones, en este caso a la única ruta que
le quedaba, Barcelona, durante toda la temporada de invierno, y todo ello pese
a que en noviembre ha visto como su reducción de vuelos únicamente se ha
traducido en un escaso aumento de ocupaciones (aproximadamente unos 5 puntos
porcentuales), pese a que el año previo y con una situación económica más
inestable ya obtuvo una ocupación superior al 75%, de lo que no queda duda pues
es que el cambio en el número de operaciones se traduce en números parejos
esperando pues que la próxima vez que opten por cambiar las frecuencias
operadas sea para añadir más de una frecuencia al día. Si bien lo que parece
que seguirá aconteciendo será que Ryanair siga creyéndose con poder para apretar
aun más las tuercas a la administración, teniendo esta tanto o menos interés en
sus ciudadanos que el mostrado por la aerolínea.
En el caso de Vueling, las cifras se supone que deberían de tender
a estabilizarse pues se cumple un año de que la aerolínea española desease
volar únicamente tres veces a la semana en Valladolid (operó durante cuatro
días por semana únicamente en la temporada de verano de 2013), pero por el
contrario ha conseguido un nuevo y muy marcado aumento en el número de
pasajeros transportados, hasta situarlos por encima de los 3000 (cerca de medio
millar más que hace un año). Esto unido a que las ocupaciones se han mantenido
prácticamente estables se ha traducido en que la ocupación se ha vuelto a
incrementar situándose en los 129,96 pasajeros por vuelo, lo que viene a
significar una ocupación que supera los 70 puntos porcentuales en uno de los
peores meses del año en cifras de pasajeros. De mantenerse esta tendencia y aprovechándose
del nuevo menosprecio de Ryanair al aeropuerto de Valladolid y sus pasajeros,
la compañía española debería empezar a plantear una estrategia más agresiva, que
como poco debería incluir nuevos vuelos con Barcelona en las operaciones con la
ciudad condal para próximas temporadas.
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