hasta bien entrada la noche
Son muchos los que afirman que los sábados, son los días con menos tráfico en los aeropuertos; y, que por ello, es un día muy difícil para encontrarse grandes masas de gente; sin embargo, ayer, en el aeropuerto de Valladolid, sin pretender establecer una excepción a la regla, si es cierto, que, la terminal rebosaba de gente; y, que el aparcamiento se vió desbordado, hasta el punto de tener que buscar opciones alternativas a las plazas de pago.
Durante buena parte de la tarde, el aparcamiento, se vió obligado a colgar el cartel de completo, y, a desviar a los coches que llegaban al aeropuerto (entorno a 10 por minuto), a lugares alternativos donde estacionar sus vehículos.
Ya a primera hora de la tarde, se optó por abrir una de las puertas de la base aerea, en lo que suele ser el acceso a los depósitos de combustible (lógicamente, la puerta anexa a estos, permaneció cerrada), para posibilitar, que aquellos que optasen por estacionar el coche más de una semana, lo hiciesen en este lugar, facilitando así que los coches que permaneciesen menos tiempo, pudiesen ir rotando, en el aparcamiento de pago.
Pero, conforme fue avanzando la tarde, el flujo de vehículos, lejos de detenerse, siguió aumentando, viendose obligados los encargados del aparcamiento, a habilitar también, la parte inferior de coches de alquiler, y, a mantener de manera constante una persona para indicar a los vehículos, los lugares alternativos donde poder estacionar, en función de la estancia.
Pero, el mayor pico se produjo entorno a las 19 horas, y se prolongó, prácticamente, hasta más allá de las 21 horas. En este periodo, los vehículos se vieron obligados a estacionar junto a las aceras, accesos de edificios, jardines, estacionamiento reservado a autobuses, ...
Puede que el aparcamiento, sea más o menos pequeño, según para quien; pero lo cierto, es que, aunque puede resultar un poco ajustado al tráfico de pasajeros actual, si resulta desproporcionado, lo que sucedió ayer; y, es que, si cada día se mueven, de media, durante todo el año, a 1400 pasajeros diarios, y, en verano se llega casi a los 2000 de media, si es lógico, que ante taxis que cobran 19 euros, 2 buses ordinarios diarios y, unos accesos al aeropuerto nefastos, se produzcan situaciones tan cómicas como las de ayer.
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