Desde el 20 de abril, es posible volver a ver esta
estampa en el aeropuerto gracias a Renault.
(Foto de Rafael Álvarez Cacho)
Son muchas y cada vez mejores las relaciones con compañías francesas en lo que se refiere a los territorios de Castilla y León, pero sin duda, por encima de todos los territorios destaca el eje Valladolid-Palencia donde entre ambas poblaciones aglutinan dos factorías de Renault y una de Michelín, a lo que se suman empresas tecnológicas de gran importancia para las empresas galas, como es el caso del grupo Aciturri que fabrica diversas piezas para aeronaves y satélites de la compañía EADS o Dassault.
Sin duda, son Renault y Michelín las que más interés tienen en mantener un contacto estrecho con Francia al estar allí situadas sus sedes centrales y para ello deben contar con enlaces aéreos regulares entre España y Francia para poder gestionar mejor sus negocios, debiendo tomar las riendas e instaurar vuelos que garanticen un fácil traslado de sus directivos hasta las ciudades donde albergan sus oficinas centrales.
La que sí parece ya dispuesta a aprovechar la mejoría en la relación entre Valladolid y Francia es Renault, que ha establecido desde el 20 de abril una programación de dos vuelos semanales (al que se añadirá un tercer vuelo desde el 22 de mayo) con la capital gala, en concreto con el aeropuerto parisino de Orly, y que serán operados de modo regular todas las semanas del año siendo dichos vuelos de uso exclusivo de Renault.
Esta nueva operativa, consta a día de hoy de operaciones los lunes y los miércoles, y que se le unirá una tercera frecuencia los viernes que comenzará a operar el 22 de mayo. Así mismo de momento se han cargado vuelos en dicha ruta y días hasta fin de año, lo que supone que del 20 de abril a fin de año se operarán 210 operaciones ofreciendo un total de 10.500 plazas con París Orly. Si suponemos una ocupación de sólo la mitad de las plazas supondría un incremento superior al 50% de la cifra de pasajeros con este país sin necesidad de contabilizar los número de los vuelos chárter del Club de los 60, del cual ya se han confirmado varias operaciones en noviembre y diciembre.
En el plano económico el impacto en el aeropuerto puede ser realmente importante, ya que si suponemos estos tres días de operación semanal mantenidas durante las 52 semanas del año, y de acuerdo a las tasas publicadas por AENA, supondría unos 75'47 euros por aterrizaje del avión a lo que habría que sumar unos 81,36 euros más de tasas de pasajeros (25 pasajeros) totalizando unos 156,83 euros por día de operación, suponiendo esto que al cabo de un año habría aportado a las arcas del aeropuerto unos 24.465’48 euros, a lo que convendría añadir, al menos en parte, los 49.229’04 euros en concepto de tasas de navegación aérea en ruta.
A estas cifras mencionadas hay que añadir otras tasas que AENA cobrará de un modo indirecto como son las tasas por combustible (estimadas en unos 15 euros por día de vuelo) o por las labores de asistencia al avión que lleva a cabo Iberia Handling en el aeropuerto de Valladolid que ronda los 26 euros y que suponen que el montante total de tasas aeroportuarias se elevase a los 30.861’48€, y si se suman todas las tasas aeroportuarias y de ruta en territorio español, se eleva a los 80090’52 euros anuales. Esto representaría un incremento de ingresos de un 4%; y entre el 15 y el 26% de los ingresos anuales del resto de aeropuertos de la región.
Sea como fuere, este nuevo vuelo aportará ingresos económicos jugosos al aeropuerto, a lo que se debe añadir el impacto que este nuevo vuelo, aun no estando a la venta pública, tendrá en las cifras de pasajeros, y por supuesto, en la economía provincial y en los vínculos empresariales que vuelven a renacer con el país vecino, y que debería servir de preludio a la recuperación de vuelos regulares de pasajeros con la opción de venta de billetes al público con la capital gala.
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