Avión de Ryanair procedente de Bruselas-Charleroien aproximación al aeropuerto de Valladolid
(Foto de Rafael Álvarez Cacho)
Llega el momento de evaluar la primera de las rutas internacionales en número de pasajeros transportados en 2011; viéndose relegado este destino a la segunda posición del total de rutas de Valladolid, sólo superado por Barcelona, y además, desde este año pasado la diferencia entre ambos es abismal entre rutas, al acumular la ruta belga 57438 pasajeros, por los 165930 de Barcelona.
Tras el ingreso de la compañía irlandesa en la ruta española anteriormente mencionada, a Bruselas, no le queda otra que mantener pasajeros, pudiendo dar la lucha por perdida y dejar el destino con más pasajeros al año en manos de Barcelona con un liderazgo claro.
Ya centrándonos en la ruta, se observan en la gráfica grandes descensos de pasajeros, dejando finalmente a la ruta en balance negativo, perdiendo 5703 de estos (-9,03%); impulsado sin lugar a dudas por la retirada de las frecuencias diarias durante los meses estivales.
Pero volviendo a las cifras, hablábamos de que el número de pasajeros bajó más de un nueve por cierto, lo cual hace claramente palpable el cambio; sin embargo, las ocupaciones de 2011 se han situado en unos 135,48 pasajeros por vuelo de media, lo que implica un aumento de 0,15 puntos, o un aumento del 0,21% o 0,28 pasajeros más por vuelo.
Pese a estos datos negativos, la ruta ostenta una ocupación muy buena, del 71,68%, lastrada principalmente por los meses de la temporada de verano, cuando se produce la desaparición de las frecuencias diarias entre julio y septiembre, si bien incluso en estos se encuentra muy próximo al 80% de ocupación. Además, al igual que sorprendió a propios y extraños al ver la excepcional acogida que tuvo la ruta cuando fue inaugurada, aún hoy ostenta ese honor, al ser capaz de superar en pasajeros a la cosmopolita Londres y con ello demostrando que hasta las capitales más pequeñas pueden mover cantidades enormes de pasajeros, incluso más que las grandes capitales europeas.
De cara a 2012, se espera de esta ruta una estabilización e incluso, comienzo de la recuperación de la ruta conforme vaya mejorando la economía de los países implicados.
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