El " Boss" a su llegada a Valladolid tuvo
que contratar "su jardinera" privada.
(Foto de Rafael Álvarez Cacho)
La forma de actuación de cada aeropuerto suele ser totalmente diferente, dependiendo de cada país o propietario del aeropuerto. Sin embargo, cuando los aeropuertos están en el mismo país y los aeropuertos pertenecen al mismo propietario las diferencias deberían de ser mínimas, si no nulas.
Este no es el caso de AENA, donde cada aeropuerto tiene múltiples diferencias, incluso con el vecino; sin molestarse en evaluar la necesidad de muchas variables; presentes donde no son realmente necesarias e, inexistentes donde serían ciertamente necesarias si no, prácticamente vitales.
En este caso, se vuelve necesario estudiar el uso de jardineras, los autobuses que llevan a los pasajeros de la terminal al avión y viceversa, evaluando las ventajas que aportaría al servicio ofertado al pasajero por parte del aeropuerto.
Para ello, se tomará como ejemplo el aeropuerto de Vigo; donde el uso de las jardineras no sólo está presente; si no que además, es poco más o menos que abusivo: El aeropuerto de Vigo, cuenta con una terminal de 5.600 m², con acceso por finger al 70% de los aviones comerciales y, con una distancia máxima de la zona cubierta de terminal al estacionamiento de la aeronave de unos 50 metros; y siendo lo habitual que no haya más de 15 metros entre la zona de terminal al estacionamiento del avión.
En el caso de Vigo, con un tráfico tres veces superior al aeropuerto de Valladolid; hay cuatro jardineras y con uso para todo avión que llega al aeropuerto. Por supuesto, el servicio de handling (compañía de handling gestora de las jardineras) está proporcionado por Iberia Handling, la misma compañía que en el aeropuerto de Valladolid.
En el caso de Valladolid, la terminal tiene unos 4.200 m², con acceso a las aeronaves a base de paseo por plataforma y con distancias de la terminal a la aeronave de 140 metros aproximadamente; y, en breve, podría ampliarse a más de 150 metros, con la ampliación de plataforma prevista; si bien la distancia normal de transito entre la terminal y la aeronave ronda, de media, los 60 metros. En el aeropuerto de Valladolid no hay ni una jardinera.
Sin duda, todos los tránsitos entre la terminal hasta que se embarca en el avión, en el caso de Valladolid, se hacen a la intemperie, pudiendo “disfrutar” el pasajero de las más variopintas climatologías de la zona, pudiendo pasar de sol y altísimas temperaturas en el verano a verdaderas tempestades de nieve y hielo en invierno. Suponiendo esto, no sólo poner en riesgo la integridad del pasajero, que podría resbalar en la plataforma o, verse sometido a condiciones infrahumanas; si no que además, es una total falta de seguridad para el aeropuerto, al permitir al pasajero transitar, sin control alguno, por toda la zona aire del aeropuerto, o, acceder a otros aviones (cuestión que se ha solventado, haciendo los embarques individualmente, y, provocando no pocos retrasos de vuelos).
Tras todo lo dicho, se ve que la presencia de jardineras en el aeropuerto de Valladolid tendría mucha razón de ser, tanto en cuestión de seguridad, como en confort del pasajero y símbolo de crecimiento del aeropuerto.
Si bien, existe una pega a las jardineras, y es que supone una mayor cantidad monetaria en pago de tasas; si bien, teniendo en cuenta los precios tan elevados de los billetes en Valladolid, y, el creciente número de vuelos charter en el aeropuerto de Valladolid (a los que ya se les aplican tasas de handling claramente abusivas), el tema de las tasas, no es más que una mota de polvo en el lado contrario de la balanza; y que teniendo en cuenta todo lo expuesto, la presencia y uso de jardineras en el aeropuerto de Valladolid, debería no sólo ser recomendable, si no también obligatorio.
Ciertamente lo de las jardineras en Villanubla, siempre he pensado que es una necesidad. Principalmente en invierno, cuando el stand asignado queda "alejado" de la puerta de llegadas y a veces el suelo está mojado o resbaladizo. Veríamos quién es el responsable de una caida. Aclarar respecto a la foto de la llegada del Boss, que la estupenda furgoneta que entró en la rampa, era para recoger a una persona del equipo del cantante que precisaba silla de ruedas. Bruce caminó hasta la Terminal a la zona de llegadas. Eso sí el avión se situó en el stand 2. Un saludo,
ResponderEliminarRafa.
En cierto modo, y aunque se cargue contra la compañía de handling, el tema de jardineras, también está marcado por AENA, y así tenemos casos de que AENA ha obligado a la compañía de handling a contar con jardinera, incluso en casos de aeropuertos donde son los únicos operadores, como es el caso de Coruña o Granada.
ResponderEliminarEn el caso del vehículo de Bruce Springsteen, puede que Bruce no lo utilizase, pero no es extraño que vuelos ejecutivos de relevancia que vienen al aeropuerto tengan que ser recogidos por el vehículo de AENA o contratar su propio vehículo; si bien el ir en coche desde que se sale del avión hasta destino ya puede ser algo más que exagerado.