Tunisair llegó a utilizar algunos de sus mejores
aviones de medio alcance para operar los vuelos.
(Foto de Rafael Álvarez Cacho)
Una vez hemos conocido los
principales destinos internacionales del aeropuerto vallisoletano, le llega la
hora a otros destinos internacionales que para muchos probablemente ya
estuviesen olvidados debido a su escaso movimiento de pasajeros o al reducido
tamaño de los aviones que los operaban, pero que justamente por el hecho de
haber presentado un flujo de pasajeros asiduos es conveniente sacarlos a
colación para que no caigan en el olvido.
Para ello, en primer lugar, cabe
mencionar que pese a que en este artículo se hablará de Monastir, también habrá
menciones a la ciudad de Túnez, por haber sido operada al mismo tiempo, en
ocasiones operando a semanas alternas.
Monastir era un puerto de pesca
fundamental para el país, pero hoy en día, esta ciudad de algo más de 70.000
habitantes está considerada como el principal complejo turístico del país.
Tal vez por esta última
consideración es por lo que en Valladolid se operó durante los meses más
vacacionales del año a esta pequeña población tunecina, moviendo a un total de
8473 pasajeros en el periodo de operación comprendido entre los meses de mayo a
septiembre de los años 2004 a 2007. Normalmente la ruta era operada con una
única frecuencia semanal, pasando por tres de las operadoras tunecinas:
Tunisair, Nouvelair y Karthago Airlines. Todo ello posible gracias a agencias
de viajes de fuera de Valladolid que vieron el importante rédito que podría
aportarles a sus arcas.
Esta ruta no obtuvo resultados
muy abultados en cuanto a operaciones, sobre todo en el caso de las operaciones
de Nouvelair, que con sus aviones de 177 plazas presentaba una oferta de
asientos muy superior a la demanda conocedora de la oferta, pues el vuelo solo
era accesible a través de las grandes agencias de viajes, ya que las pequeñas
parecieron sentirse agraviadas y muchas de ellas jamás ofertaban el vuelo a sus
clientes, incluso negando su existencia.
El mismo año de su estreno, la
ruta a Monastir obtuvo casi 2500 pasajeros en unos 11 días de operación
repartidos entre Tunisair y Nouvelair lo que situó la ocupación media en algo
más del 69%, con un 65% de ocupación en los vuelos de Tunisair por un 72% de
los vuelos de Nouvelair.
Este comienzo tan prometedor hizo
que al año siguiente se volviese a operar con una cifra de pasajeros que se
aumentó en casi 200 personas, pero que a causa de operarse durante 5 días más,
hizo que la ocupación cayese al 58%, con un 68% de ocupación de Tunisair por un
51% de Karthago Airlines. No obstante esta pequeña reducción de ocupaciones no
pareció desalentar a los promotores que al año siguiente, además de operar a
Monastir, empezaron a volar también a Túnez, obteniéndose 1682 y 1794 pasajeros
respectivamente, ganando nuevamente Monastir al haberse operado durante 6 días,
por los 9 de Túnez. Esta distribución posibilitó que la ocupación de la primera
fuese del 97’34% mientras la segunda tuvo una excepcional ocupación del 79’1%.
En el año 2007, quitando un par
de operaciones puntuales a Túnez, solo hubo vuelos a Monastir, que se operaron
10 días de ese año con un saldo total de 1950 pasajeros transportados en su
práctica totalidad por Nouvelair, lo cual implicó un descenso de ocupación en
esta ruta que se situó en el 56’72%. Este fue el último año de la ruta a la
ciudad turística de Túnez, ya que en 2008, último año de operaciones al país de
Túnez, todas las operaciones fueron realizadas por Tunisair a la capital del
país. En este caso, pese a obtenerse 1569 pasajeros, y operarse la ruta 9 días
de aquel año, la ocupación se elevó hasta el 69’18% gracias a sus aviones con
unas plazas más ajustadas a la demanda.
Con las cifras mencionadas queda
patente que las rutas con Túnez tienen un marcada carácter turístico y un
escaso, por no decir nulo, interés económico para Valladolid, lo cual explica
una operativa tan reducida con un flujo de pasajeros tan exiguo.
No obstante, dados algunos de los
éxitos pasados, no se debe dejar caer en el olvido a la ruta, si no simplemente
dejarla en la nevera a la espera de que la cultura aeronáutica en Valladolid
vaya progresando generando un flujo mayor de pasajeros dispuestos a tomar el
avión para llevar a cabo sus vacaciones en destinos exóticos o plenamente
turísticos.
De este modo, tal vez las únicas
en condición de recuperar el vuelo a día de hoy sean las propias Tunisair y
Nouvelair, pero dicha recuperación de la ruta tendrá que ser planteada a largo
o muy largo plazo para poder asegurar un crecimiento de la demanda al país
africano lo suficientemente potente como para efectuar operaciones estivales
con plenas garantías de obtención de un beneficio económico digno. Y tal vez
esa situación no se dé hasta alcanzar al menos los 3.000 pasajeros en demanda,
que para unas 20 operaciones como se venían realizando hasta ahora supondrían
unas ocupaciones de 150 personas por vuelo.
Así mismo, hay que tener en
cuenta que el crecimiento del negocio aéreo en África está experimentando un
elevado repunte, lo cual puede conducir a que durante la próxima década también
la demanda de asiento de los propios africanos ayude a reinstaurar rutas que
hace una década no parecían ofrecer grandes números.
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