A veces, volar con lo conocido es lo más seguro.
(Foto de Rafael Álvarez Cacho)
De todos es conocida la fama de la picaresca española, pero
sin duda alguna, esta trasciende a todos los campos, incluyendo como no podía
ser de otro modo al ámbito aeronáutico.
Son muchas las compañías que han anunciado a bombo y
platillo que comenzarían a operar de manera fulgurante en el aeropuerto de
Valladolid, pero cuyas intenciones no se han visto plasmadas nunca en la
realidad, dejando que la noticia se diluyese en el ambiente como si nunca
hubiese tenido lugar.
El objetivo, no obstante, siempre ha sido el mismo: captar
subvenciones multimillonarias que les permita sobrevivir a muchos cazatesoros
para morir otro día, o mejor dicho, dejar morir a la compañía aérea a los dos telediarios.
Tales han sido los casos de aerolíneas como la burgalesa
GoodFly, Helitt o, el último de los casos: Just Fly
Todas ellas han argumentado que Valladolid carece de demanda
cuando han visto que pese a anunciar a bombo y platillo que iban a hacer una
oferta impresionante de vuelos, no han recibido ninguna clase de subvención muy
jugosa por parte de ninguna administración u organismo.
¿O es que acaso Air Nostrum tiene ganas de perder dinero
ofreciendo cuatro vuelos semanales a Mallorca, dos más que Just Fly? ¿O Air
Europa, con más de 200 plazas semanales con la isla balear? No, ninguna
compañía opera para perder dinero, y si una aerolínea no subvencionada ofrece
varias frecuencias semanales no solo indica que la demanda existe, si no que
esta es bastante cuantiosa, y más aun cuando carecen de soporte económico
alguno que les haga operar esos vuelos.
Pero la pérdida de una aerolínea basura, como han sido Just
Fly o cualquiera de sus homónimas trasciende bastante más allá del mero hecho
de cancelar sus operaciones, ya que cada vez que una aerolínea renuncia a
operar los vuelos prometidos, y usa la excusa de carecer de demanda, está
haciendo que muchas otras aerolíneas, mucho más serias que las primeras, pierdan
interés en el aeropuerto y en ofrecer un servicio de calidad, que en Valladolid
no solo se desea, si no que hace mucha falta para cubrir las demandas de viaje
de vallisoletanos y españoles con interés en visitar la cuna del castellano.
Cada aerolínea basura no hace si no ralentizar el progreso y
crecimiento del aeropuerto con sus artes de timo y engaño a los pasajeros, que
pierden la confianza no sólo en volver a su destino deseado, si no también ha
hacer uso de otros aeropuertos donde no vivan con el miedo de saber si mañana
podrán volar o no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario