Vueling posibilitó que la caida de
pasajeros se amortiguase durante 2013.
(Foto de Rafael Álvarez Cacho)
En el año 2013, se ha experimentado un fuerte descenso de
pasajeros. Sin duda el dato más clarificador para empezar es que cada mes se
han perdido de media casi 10.000 pasajeros, es decir, la mitad de los que se
obtuvieron en 2012 durante los dos primeros o los dos últimos meses del año.
Es decir, mientras en 2012 se contabilizaron 378.419 pasajeros, en 2013, el aeropuerto ha reducido su número de pasajeros hasta contar con 260.271 pasajeros. Así pues, la media de pasajeros mensuales ha sido en 2012 de 31534,92 y en 2013 de 21689,25 pasajeros mensuales. De este modo, en el transcurso de un año, el aeropuerto ha perdido un 31'22% de pasajeros.
Sin embargo, nada mejor que analizar la situación mes a mes, y sus principales variables causantes de la mayor o menor variación:
En enero y febrero, se aprecia un descenso de unos 4600 y 8000 pasajeros respectivamente, propiciado por el descenso de la oferta achacable a dos compañías: Ryanair, con su supresión de vuelos a Lanzarote durante la temporada invernal y Air Nostrum con la práctica supresión de todos sus vuelos con Barcelona (en dos años ha reducido la oferta de plazas en un 82,61%).
Ya en marzo y abril, el descenso es aún mayor, alcanzando una reducción de más de 15000 personas en ambos meses, debida fundamentalmente a la supresión total de los vuelos de Ryanair con Londres y Bruselas, así como el retraso del inicio de la ruta a Málaga hasta meses más tarde de lo habitual. La aparición de Vueling no ayudó a paliar tan duro golpe por las pobres cifras de ocupación iniciales.
En los dos meses siguientes, se observa un descenso más moderado de pasajeros, ya que pese al incremento de las ocupaciones de Vueling mes tras mes, esta cifra se sigue viendo lastrada por la desaparición de las operaciones regulares con Londres o Bruselas, así como de los efectos achacables a la desaparición de Orbest con sus vuelos chárter.
Sin embargo, es durante los tres meses siguientes cuando se puede uno percatar de lo nefasto de la reducción de oferta de plazas más la supresión de rutas regulares suprimidas por criterios políticos y no de demanda, acumulando durante estos tres meses una pérdida superior a los 35.000 pasajeros.
En octubre el descenso de pasajeros se vuelve a moderar, ya que pese a la reducción de frecuencias y rutas regulares, se añade el comienzo de la temporada de invierno caracterizada por un fuerte descenso de oferta de plazas.
Por último, en los meses de noviembre y diciembre se modera aun más el descenso, por causas idénticas a las de meses previos.
Así pues, se observa un elevado descenso de pasajeros durante el último año, debido a la desaparición de rutas domésticas e internacionales ofertadas por Ryanair, así como a las reducciones de vuelos comerciales por Air Nostrum, que como decíamos se debe a cuestiones de negativa a subvencionarlas desde la Junta de Castilla y León, y no a que la demanda se haya contraído un 49,24% en los últimos cinco años. Así mismo no menos importante es la desaparición de Orbest, que acostumbraba a operar entre 1 y 5 vuelos semanales, y que en 2012 movió a cerca de 30.000 personas ella sola.
Es decir, mientras en 2012 se contabilizaron 378.419 pasajeros, en 2013, el aeropuerto ha reducido su número de pasajeros hasta contar con 260.271 pasajeros. Así pues, la media de pasajeros mensuales ha sido en 2012 de 31534,92 y en 2013 de 21689,25 pasajeros mensuales. De este modo, en el transcurso de un año, el aeropuerto ha perdido un 31'22% de pasajeros.
Sin embargo, nada mejor que analizar la situación mes a mes, y sus principales variables causantes de la mayor o menor variación:
En enero y febrero, se aprecia un descenso de unos 4600 y 8000 pasajeros respectivamente, propiciado por el descenso de la oferta achacable a dos compañías: Ryanair, con su supresión de vuelos a Lanzarote durante la temporada invernal y Air Nostrum con la práctica supresión de todos sus vuelos con Barcelona (en dos años ha reducido la oferta de plazas en un 82,61%).
Ya en marzo y abril, el descenso es aún mayor, alcanzando una reducción de más de 15000 personas en ambos meses, debida fundamentalmente a la supresión total de los vuelos de Ryanair con Londres y Bruselas, así como el retraso del inicio de la ruta a Málaga hasta meses más tarde de lo habitual. La aparición de Vueling no ayudó a paliar tan duro golpe por las pobres cifras de ocupación iniciales.
En los dos meses siguientes, se observa un descenso más moderado de pasajeros, ya que pese al incremento de las ocupaciones de Vueling mes tras mes, esta cifra se sigue viendo lastrada por la desaparición de las operaciones regulares con Londres o Bruselas, así como de los efectos achacables a la desaparición de Orbest con sus vuelos chárter.
Sin embargo, es durante los tres meses siguientes cuando se puede uno percatar de lo nefasto de la reducción de oferta de plazas más la supresión de rutas regulares suprimidas por criterios políticos y no de demanda, acumulando durante estos tres meses una pérdida superior a los 35.000 pasajeros.
En octubre el descenso de pasajeros se vuelve a moderar, ya que pese a la reducción de frecuencias y rutas regulares, se añade el comienzo de la temporada de invierno caracterizada por un fuerte descenso de oferta de plazas.
Por último, en los meses de noviembre y diciembre se modera aun más el descenso, por causas idénticas a las de meses previos.
Así pues, se observa un elevado descenso de pasajeros durante el último año, debido a la desaparición de rutas domésticas e internacionales ofertadas por Ryanair, así como a las reducciones de vuelos comerciales por Air Nostrum, que como decíamos se debe a cuestiones de negativa a subvencionarlas desde la Junta de Castilla y León, y no a que la demanda se haya contraído un 49,24% en los últimos cinco años. Así mismo no menos importante es la desaparición de Orbest, que acostumbraba a operar entre 1 y 5 vuelos semanales, y que en 2012 movió a cerca de 30.000 personas ella sola.
Así pues, tras la desaparición de antiguas rutas y frecuencias y, por último, la desaparición de vuelos chárter en todos los periodos del año, se espera para Valladolid que el descenso continúe en el año 2014 pudiendo quedar el aeropuerto al filo de los 215.000 pasajeros.
En cuanto a la gráfica, sólo decir que se observan como las cifras de pasajeros son paralelas prácticamente, lo que viene a refrendar que el problema no es otro que la falta de frecuencias, que impide cubrir toda la demanda presente, y que tan solo depende de que una aerolínea decida quedarse con todo el pastel para recuperar la senda ascendente. Destacar no obstante como se ha dejado notar el cambio de temporada en marzo-abril con un cambio de tendencia a raíz de las supresiones de varias rutas y frecuencias habituales.
Hola, estaria bien que con los viajes del club de los 60, operados por un A321 de Iberia aprovecharas para sacar fotos y colgarlas
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