Avión de Air Nostrum procedente de
Barcelona, aterrizando en Valladolid
(Foto de Rafael Álvarez Cacho)
La ruta de Barcelona ha contado en 2011 con un operador
adicional, Ryanair, que se une en la ruta a Air Nostrum, experimentando así un importante
aumento porcentual y de pasajeros muy parejo al incremento experimentado por la
nueva compañía en la ruta.
El incremento es de un 139,19%, lo que implica una ganancia próxima
a los 100.000 pasajeros, lo que representa que mensualmente se hayan ganado
cerca de 8000 pasajeros, lo cual viendo las cifras mensuales de los meses de
invierno, el cambio aparenta ser imperceptible dada la enorme cantidad de
pasajeros movidos.
Sin embargo, si nos fijamos en las ocupaciones de los
aviones vemos que aparenta que apenas hay cambio entre el 2010 y 2011; al
haberse aumentado las ocupaciones en 13,28 puntos, pero concentrado en general
en cinco meses: los meses de junio a septiembre y, el mes de diciembre; o lo
que es lo mismo, un aumento del 23,52% en los puntos de ocupación; dejando la
cifra de ocupación media en este destino, al finalizar 2011, en un 69,73%, es
decir, una ocupación de 59,27 pasajeros por vuelo, un aumento de más de 30
pasajeros por vuelo con respecto a 2010.
Sin embargo, estas cifras no hacen sino refrendar, tras la
entrada y excepcionales resultados de Ryanair en la ruta; que Air Nostrum
pretende mantener una posición de víctima, a la vez que se lucra a costa de los
pocos pasajeros que se pueden permitir costes de billetes superiores a los 100
euros por trayecto; en lugar de dar un verdadero servicio a la población
vallisoletana o barcelonesa con intención de viajar al otro punto.
La ruta no presentaría demasiados problemas, no solo en
mantener ocupaciones idénticas, sino incluso incrementarlas, con el uso de los
Bombardier CRJ900 de 89 plazas (39 más que los usados habitualmente en la ruta),
como se espera demostrar a partir del comienzo de la temporada de verano,
gracias al descenso de precios que el aumento de plazas y su menos coste por
asiento posibilitarían (un descenso de alrededor del 40,53% del precio, es
decir, en torno a los 60 euros de media por billete), lo que supondría un
descenso de precio para el pasajero de ida y vuelta de 80 euros, con respecto
al precio actual. Incluso, podría plantearse el uso de los CRJ1000 de 100
plazas disminuyendo el coste por asiento en aproximadamente un 45% (unos 90 euros
por viaje de ida y vuelta de media).
Es una pena la inminente desaparición del vuelo a BCN de las 7:15 ya que permitía ir y venir en el día. Saludos.
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