Las Cirrus plateadas, son las aeronaves privadas de recreo,
más frecuentes por los cielos de Valladolid
(Foto de Rafael Álvarez)
La compañía Lagunair, castellano-leonesa para el dinero y leonesa para todo lo demás; ha lanzado un órdago a la administración que muy difícilmente quedará en eso sólo.
Mientras la compañía recibía 17 millones en los últimos 3 años, la compañía, no ha dado ni una sola muestra de queja de cara a los consorcios aeroportuarios, ni hacia ninguna de las partes afectadas; sin embargo, tan pronto los directivos de AGELCO, han visto como su principal foco de lavar dinero negro, se esfumaba, han optado, no sólo por reducir vuelos, si no que incluso han amenazado con cosas como devolver una de las aeronaves, retirarse de Castilla y León, ...
Sin embargo, las consecuencias de cualquiera de sus decisiones, iría totalmente en contra de su bien; pues, por centrarnos en algo, la devolución de uno de los ERJ145, supondría que Lagunair se vería obligada a devolver una cifra de dinero superior al millón de euros; cada cancelación de ruta, también supondría obligar a Lagunair a devolver entre 200000 y un millón de euros extra, ...
Sin embargo, parece que desde las distintas administraciones, se han dado cuenta de una vez por todas del juego sucio leones, y así, tanto desde la Junta, como desde el ayuntamiento vallisoletano, se ha dejado claro que ni se debe nada, ni se les recomienda optar por actitudes de bajo valor ético y moral.
No así el alcalde de León, miembro implicado por tramas familiares y de relaciones de "trabajo" con directivos de la leonesa AGELCO. Así, ha insinuado que se le debe, mucho dinero a Lagunair, en virtud de que sus emolumentos extra dependen, a día de hoy, de que la Junta suelte el dinero que AGELCO pida, sin exigir ninguna condición a cambio.
La presencia de Lagunair en esta comunidad, podría tener los días contados, pero no por falta de apoyos, si no, porque una pandilla de mafiosos, opten por usar a una empresa aeronáutica, como un vulgar lavadora, que cuando interesa sirve, pero, tan pronto le falla una pieza, es mejor tirarla, y, pedir que te compren otra.
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