Evolución de pasajeros de Air Nostrum con Barcelona.
(AeroValladolid)
Air Nostrum empezó a retirar la publicidad en 2012
pese a mantenerse subvencionada hasta 2015.
(Foto de Rafael Álvarez Cacho)
Evolución de pasajeros de Air Nostrum con Barcelona.
(AeroValladolid)
Si bien el año 2015 aún dista mucho de finalizar, hay una ruta y una operadora de dicha ruta donde conviene adelantarse a los hechos y analizar fríamente sus cifras para poder comprender las verdades y falsedades vertidas a la opinión pública sobre los motivos reales y argumentados para suprimir la ruta de Barcelona por parte de Air Nostrum.
Y es justamente por esta cancelación de ruta que podamos hacer frente a dicha comparativa con anterioridad al cierre del año en curso, y por lo que ya se puede hablar de unos datos relativamente cerrados que muestran sin ningún género de duda la realidad de los datos registrados y su contraposición con las opiniones vertidas para justificar el cierre de la ruta.
En primer lugar, conviene hacer mención a la ruta de Barcelona en general, donde en lo que llevamos de año y haciendo una comparativa de pasajeros interanual (octubre de 2014 a septiembre de 2015), se observa un crecimiento de pasajeros y demanda muy próxima al 5%; lo cual en una ruta que moviliza a más de 150.000 pasajeros al año, supone que en lo que llevamos de año la ruta ha contado 7.500 pasajeros más entre ambas ciudades, y todo ello pese a la reducción de un 28’5% de operaciones de Ryanair entre noviembre de 2014 y marzo de 2015; o la reducción del 20% de operaciones por parte de Air Nostrum entre mayo y septiembre, que llegó al 100% en agosto.
Entrando ya en materia, Air Nostrum ha perdido en el margen interanual (octubre 2014-septiembre 2015) más de 4.000 pasajeros, aunque esto lo haya hecho a costa de perder unas 82 operaciones o un 21’7% del total.
Dichas cifras contrastan con las de ocupación que han pasado de un 70% de media en 2014, a un 74% en el caso de 2015. A dicha pérdida hay que añadir la supresión de vuelos con Barcelona durante los meses de verano de 2015, que han supuesto unas 30 operaciones menos, con los consiguientes pasajeros que se han perdido en dichos meses y que se hubiesen traducido con ese 74% de ocupación unos 1100 pasajeros.
Curiosamente, al hecho de reducir frecuencias de vuelo desde mayo, se le ha unido la supresión de dos de los tres días con mayor demanda de viajeros: viernes y domingos, con una clara intencionalidad de presionar a las administraciones para forzar el retorno de los vuelos subvencionados. No obstante, la jugarreta no parece haberles salido muy bien observando cómo en septiembre, pese a contar con menos frecuencias se produjo un crecimiento de pasajeros o que en mayo, junio y septiembre se produjeron los mayores crecimientos de ocupación del año, todos ellos por encima del 75%.
Finalmente basta echar un rápido vistazo a las gráficas para observar cómo la justificación de Air Nostrum de que sus vuelos no eran rentables se contraponen a los datos, pues pese a perder la subvención se observa cómo los pasajeros se han mantenido más o menos sin alteración, mientras las ocupaciones han ido incrementándose fruto de las reducciones de vuelos.
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